Un cambio de planes es mejor que ningún plan.
Pues, las noticias. Estoy decepcionado por que no sea un voluntario con el cuerpo de paz por las malditas migrañas. No tengo más palabrotas usar, sin embargo, espero que sea para lo mejor.
Por lo menos este fin de semana monté la torre de condenación en el parque de diversiones en Denver que se llama Elitches. Es sesenta metros de altura, y no la montaba en el pasado por que no gustaba la pura sensación de caer (aunque las montañas rusas no me molestan, no sé porqué). Ahora no soy todavía una gallina. Esta vez, me encantó la sensación, y la adrenalina. Quería montarla diez veces después, pero la muchedumbre previno eso. ¡Voy a ser un paracaídista todavía!
Tengo sueño o escribiría más. Hizo mucho calor y mis alergías están matándome la semana pasada. Bien, no voy a gimotear más mis pobrecitos dos lectores.
Por lo menos este fin de semana monté la torre de condenación en el parque de diversiones en Denver que se llama Elitches. Es sesenta metros de altura, y no la montaba en el pasado por que no gustaba la pura sensación de caer (aunque las montañas rusas no me molestan, no sé porqué). Ahora no soy todavía una gallina. Esta vez, me encantó la sensación, y la adrenalina. Quería montarla diez veces después, pero la muchedumbre previno eso. ¡Voy a ser un paracaídista todavía!
Tengo sueño o escribiría más. Hizo mucho calor y mis alergías están matándome la semana pasada. Bien, no voy a gimotear más mis pobrecitos dos lectores.
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