Thursday, August 18, 2005

¿El mejor de los mundos posibles? El panglosianismo revisitado cuatro siglas más tarde.

Leí un artículo hoy, ¨Tsunamis, Las Olas Asesinas¨ sobre los marimotos del pasado deciembre en una revista fantástica de España que se llama Espacio. Si quieres un buen sumario del fenómeno de tsunamis, búscalo no más. (El hecho del día, la palabra japonesa tsunami es compuesto de dos partes, ¨Tsu¨, que signfica puerto, y ¨Nami¨ que significa ola.)

Esta revista tiene muchas fotos increíbles, y este artículo no es una excepción. Se muestran las olas desde satélite. Puedes visualizar el caos desde el ojo de un águila.

Pensaba después del disastre que debería escribir una novela, una actualización de la obra de Voltaire ¨Candide.¨ (¡Tal vez la debo leer primeramente!) Sin embargo, pienso que el tema de su obra es muy relevante ahora que nosotros vemos el sufrimiento de todo el mundo enfrente de nuestros ojos, aunque nuestros poderes preventativos sean menos desarrollados. O sea a veces que a pesar de la creencia en nuestra responsabilidad a toda la humanidad, nuestro voluntad sea limitada ayudar la gente del mundo en desarrollo hasta que un disastre se multiplique. (La distinción entre mundos es una frase interesante analizar porque intrínsecamente es un comentario y un juicio en los tipos de sociedades existantes hoy.)

Pero no es necesario postular un mundo de santos libre del egoísmo para decir que en muchos respectos el mundo para humanos ha mejorado considerablemente por las revoluciónes en pensamiento de las siglas recientes. El mensaje de mi novela hipotética no es un mensaje de desesperación o pesimismo, sino lo contrario.

Claro, mi filosofía satírica empieza con una soltera proposición antepuesta lo todo, cual es el contrario de panglosianismo. Esto no es el mejor mundo y esto es precisamente por que como humanos debemos mejorarlo al extento posible y no debemos aceptar nada como ¨la manera de naturaleza¨ o ¨la voluntad de fuerzas fuera de nuestro control¨ (aunque sea el caso). Tenemos que entender el mundo sin prejucio, sí, pero es un error lógico asumir que la naturaleza sepa lo que sea mejor para nosotros.

En los días de Voltaire, los cuadros de sufrimiento tenían menos resolución en todos los sentidos, con la excepción de la experiencia personal que por supuesto era aun peor sin muchas medidas efectivas de prevenir el sufrimiento. El cuadro de la causalidad era muy incompleto, aunque los pensadores como Voltaire comenzaban a tener grandes esperazas con los nuevos métodos de la sciencia.

Mi novela uniría los hallazgos de sciencia con la pregunta del mal natural y hecho por hombre. Pero no es una novela del misterio de sufrimiento porque no creo que eso sea un misterio. El misterio o el gran debate es cómo responder como humanos y como sociedades. Soy un optimista, sin embargo, que es un misterio que nos solucionamos poco a poco aunque la resolución nunca completaría todas de nuestras esperanzas.